El futuro de Abengoa
Cómo he señalado varias veces en mi blog, para mi, las acciones de Abengoa y sobre todo las de clase b son de las peores del mercado continuo español.
En este artículo, voy a escribir que puede depararle el futuro a esta compañía y este no es nada bueno para sus accionistas.
Se pueden barajar principalmente tres escenarios.
1.- Que todo siga como hasta ahora y por su propio peso, la empresa acuciada por su enorme deuda( que no puede afrontar aún habiéndose producido la macro refinanciación que la salvó del concurso de acreedores), caiga y se disuelva, con lo que los últimos en recibir algo serían los accionistas.
2.- Que se crea una nueva empresa que se quede con los activos de Abengoa y que se diluya la participación de los actuales accionistas a 0.
Esta posibilidad es la que está sonando últimamente por el tema de los bonistas y es la que ha hecho que después de entrar a escena el nuevo mínimo cotizable, la acción haya perdido cerca de un 70%.
Hay que destacar que las acciones de la clase A se han mantenido desde entonces por encima de los 0,01 con lo que puede que se diera un tercer escenario, aunque es poco probable.
3.- Que alguna empresa relacionada con el sector, aprovechando la baja capitalizacion de Abengoa, entre en ella a través de las acciones de la clase A, que dan más derechos y reconduzca la situación con inyecciones de liquidez y trabajo.
Este último escenario sería el deseable para los actuales accionistas, pero es el menos probable de que ocurra.
La cotización de Abengoa está por los suelos y sin vista de recuperarse en el corto plazo.
Como siempre digo, una empresa sin un núcleo duro en su accionariado no va a ningún sitio, y este es el caso de Abengoa.
En este artículo, voy a escribir que puede depararle el futuro a esta compañía y este no es nada bueno para sus accionistas.
Se pueden barajar principalmente tres escenarios.
1.- Que todo siga como hasta ahora y por su propio peso, la empresa acuciada por su enorme deuda( que no puede afrontar aún habiéndose producido la macro refinanciación que la salvó del concurso de acreedores), caiga y se disuelva, con lo que los últimos en recibir algo serían los accionistas.
2.- Que se crea una nueva empresa que se quede con los activos de Abengoa y que se diluya la participación de los actuales accionistas a 0.
Esta posibilidad es la que está sonando últimamente por el tema de los bonistas y es la que ha hecho que después de entrar a escena el nuevo mínimo cotizable, la acción haya perdido cerca de un 70%.
Hay que destacar que las acciones de la clase A se han mantenido desde entonces por encima de los 0,01 con lo que puede que se diera un tercer escenario, aunque es poco probable.
3.- Que alguna empresa relacionada con el sector, aprovechando la baja capitalizacion de Abengoa, entre en ella a través de las acciones de la clase A, que dan más derechos y reconduzca la situación con inyecciones de liquidez y trabajo.
Este último escenario sería el deseable para los actuales accionistas, pero es el menos probable de que ocurra.
La cotización de Abengoa está por los suelos y sin vista de recuperarse en el corto plazo.
Como siempre digo, una empresa sin un núcleo duro en su accionariado no va a ningún sitio, y este es el caso de Abengoa.